Este es el segundo libro de la trilogía Hija de humo y hueso. Para introduciros un poco en la historia, es un libro de fantasía que habla de la interminable guerra entre dos razas, que luchan por la supervivencia. Pero estas dos razas no son humanas, sino que son la raza quimérica y la raza serafina (ángeles). Entre esta guerra, nos encontramos a nuestros dos personajes principales, Karou o Madrigal, antigua quimera, ahora humana. Y Akiva, ángel. Estos dos personajes se amaron en un mundo en el que debían ser enemigos y ahora deben pagar por ello.
He de decir que este libro ha mejorado al primero sin lugar a dudas. En el primero, se pueden distinguir dos historias, una en la que se cuenta la vida de la protagonista en el mundo de los humanos y otra que cuenta el verdadera historia de Madrigal, como quimera y del amor entre ambos personajes. Sinceramente, la primera parte del primer libro, no fue mala, pero tampoco genial. A partir de la verdadera historia entre estas dos razas, el libro comienza a atraparte y todos las ideas están muy bien iladas. En este libro, la autora se centra en la guerra, en el mundo de Eretz y le da mucho más juego. El mundo que ha creado no era tan pequeño como lo imaginé en el primer libro. Empezamos a conocer los diferentes territorios entre la ciudad de los ángeles y las quimeras y también las distintas razas que hay. Nos encontramos entre las quimeras, los kirin, los naja, etc. y entre los ángeles los stelians, que son una especie de ángeles con poderes. Todos estos detalles, me aportaron una más clara visión sobre el mundo y las vidas de los personajes, como también la descripción de los lugares emblemáticos para las dos razas, que en el primer libro no llegamos a tener.
El libro está escrito bastante bien, aunque a veces las narraciones se me hacían demasiado largas. Cortaban diálogos entre personajes para expresar o recordar algo y hacía más pesada la lectura. Laini Taylor hace un estupendo trabajo para mantener la intriga, ya que el libro no está escrito en sólo una o dos perspectivas. Siempre se mueve entre las quimeras y los ángeles, pero no son siempre Akiva y Karou los que toman la voz del narrador, y eso también sirvió para que te encariñaras más con los personakes "secundarios". También hace un trabajo estupendo en crear la sorpresa, algo que no esperabas que pasara y luego vuelve atrás en el tiempo para explicarlo desde la perspectiva de varios personajes, lo que también resultaba fascinante de leer.
Ahora bien, pasando a la trama, es inmejorable, no haría ningún cambio. El concepto entre la guerra entre quimeras y ángeles es sencillo, pero es la forma en que lo desarrolla lo que te hace seguir leyendo. Acabamos el primer libro con la extinción de todas las quimeras y con la muerte del resucitador, Brimstone, por lo que entramos en el libro, sólo desde la perspectiva de Akiva, pero descubrimos el grupo de quimeras supervivientes con el Lobo Blanco y una nueva resucitadora, Karou. Todas las pequeñas batallas, los mensajes escritos en sangre de las quimeras, el cortar la sonrisa de los ángeles, y el mantenerse en el anonimato realmente da mucho juego a ponerte en la situación de las quimeras, que empiezas a verlas como víctimas, pero luego desplazas tu postura hacia los ángeles. Una cosa que se ve muy bien en el libro es el sentido de la guerra. Ves cómo varios de los personajes no quieren luchar, ves la brutalidad de los asesinatos, de las ofensas y ves cómo realmente no prevalece el sentimiento de proteger a una raza, sino la destrucción de la otra, y es algo que muestran varios personajes aparte de los protagonistas.
Luego tenemos la relación entre Kaoru y Akiva. Obviamente, los dos se aman y se siente como ese amor de destino, pero se mantienen separados la mayor parte del libro, creo que sólo llegan a verse en dos ocasiones y realmente no necesitas más. No es necesaria los constantes diálogos entre los personajes para saber los sentimientos y los pensamietos de los dos y entiendes las dos posturas: por qué Karou está enfadada con él y ha perdido la esperanza de recuperar la paz, y por qué Akiva sí que ha vuelto a soñar con la paz entre las dos razas. No es hasta el último momento, en el que se va a iniciar la guerra, en el que de verdad quieres que se perdonen mutuamente, en el que sientes el dolor por no estar juntos. Pero me gustó que la historia no se centrara explícitamente en la historia de amor, aunque hay mil referencias a ella.
Por otra parte, en el mundo de fantasía que ha creado la autora, también tenemos algo de normalidad y eso lo aportan Zuzana y Mik. Me encantaba las partes en las que salían estos dos. A lo largo de todo el libro, hay capítulos intercalados de su vida, y normalmente cuando lees un libro tan lleno de acción y tramas y subtramas, estos capítulos suelen ser un fastidio porque te alejan de la verdadera historia. Pero estos dos personajes son muy únicos, te hacen reír cuando están juntos y viven como su especie de cuento de hadas en un mundo de monstruos. Me encanta la pareja que hacen ellos dos. Espero que ninguno muera en el siguiente, sabiendo que es el que cierra la trilogía.
Por último quisiera hablar de los antagonistas. Nombrando al menos "malo", estaría Razgut, un ángel caído. No es exactamente malo, pero provoca situaciones malas, así que lo incluyo. Sólo quería decir que yo me lo imagino como en la película de la Sirenita cuando Ariel va a la cueva de Úrsula, las cosas esas pegadas al suelo, que son sirenas. No sé si seré la única, que probablemente. Luego tenemos a Jael, con su cicatriz en la cara y parte de la garganta. Espero que esté muerto, de verdad. Y por último el Lobo Blanco. La repulsión que sientes hacia este personaje es en todos los sentidos. Al principio del libro no sabes si confiar en él, porque da esta imagen de enamorado y buena persona. Pero tiene ansias de matar, no le interesa salvar a la raza quimérica y la mayoría de las veces sçolo quieres que Karou lo mate cuando está con él. Y luego SPOILER Ziri, se ve obligada a meterse en su cuerpo para seguir con la revolución y es como: sal de ahí! Hazte otro cuerpo! Repugnancia!.
En fin. Es una muy buena trilogía. El mundo es bastante único y el modo en el que se desenlazan las cosas, tanto en el primer como en este libro es espectacular. Pronto leeré el tercero, a ver cómo termina la serie.
Algo bueno: como ya he dicho, es un libro que merece la pena leer sólo por el mundo que la autora ha creado, que en este libro es mucho más complejo, además de la aportación de numerosos puntos de vista, que enriquecen la historia.
Algo malo: demasiadas narraciones en momentos que no eran necesarias. También lo he dicho antes, a veces una acción se detenía, porque Karou estaba recordando cómo era su vida antes de todo eso y sólo quieres decirle: cállate y mátalo. Hacen que la historia vaya más lenta de lo que en realidad es.
Trama: 95
Personajes: 90
Estilo de escritura: 70
Previsibilidad: 100
NOTA DE DÍAS DE SANGRE Y RESPLANDOR: 88.75
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